por Ayer salimos algunos miembros del grupo. Al principio era para tomar unas copas, pero se convirtió en algo parecido a una salida de fin de semana.
Primero estuvimos en un bar cercano a la Macarena, que creo que no volveremos más por su agradable trato hacía el cliente. Después nos fuimos para la Alameda a tomar algo más.
A una hora prudencial decidimos volver a casa, porque algunos teníamos que levantarnos temprano.
De vuelta a casa, en la Alameda, nos encontramos con otros miembros del grupo, los cuales nos invitaron a tomar algo en su casa. Después de llevar un tiempo en la casa decidimos continuar en la Alameda. Algunos se pusieron bastante contentos y con las consecuencias negativas que trae eso.
Yo como estaba en tan buena compañía y tan agusto no me quería marchar, aún pensando que tenía que madrugar. No quería estropear lo bien que estábamos diciendo que me tenía que marcharme. Pero al final lo tuve que hacer y todos volvimos a casa.
Tan solo he dormido unas cuatro horas y me he levantado que no podía con mi cuerpo.
El principio de la mañana ha ido bien en mis prácticas, pero a medida que pasaban las horas iva notando más el cansancio y la falta de sueño. He estado más de media hora haciendo una cosa que no ha servido para nada porque me ha salido mal. Y es que encima me han dicho “el tiempo que te has llevado con esto para nada”.
He llegado a mi casa y me he llevado toda la tarde tumbada sin hacer nada hasta ahora que me he levantado, porque mi madre me ha forzado, si no me hubiera llevado hay tumbada el resto de mi vida.
Me siento muy mal por una simple tontería, pero por cualquier cosa aunque sea muy insignificante me vengo abajo.
Encima de lo mal que he salido de las prácticas, cuando llego a Santa Justa, me encuentro con el humorista Miguel Caiceo, el que hacía de Doña Paca y decía:
“NO TENGO GANÁS DE NA NA MÁS QUE DE MORIRME”.
Primero estuvimos en un bar cercano a la Macarena, que creo que no volveremos más por su agradable trato hacía el cliente. Después nos fuimos para la Alameda a tomar algo más.
A una hora prudencial decidimos volver a casa, porque algunos teníamos que levantarnos temprano.
De vuelta a casa, en la Alameda, nos encontramos con otros miembros del grupo, los cuales nos invitaron a tomar algo en su casa. Después de llevar un tiempo en la casa decidimos continuar en la Alameda. Algunos se pusieron bastante contentos y con las consecuencias negativas que trae eso.
Yo como estaba en tan buena compañía y tan agusto no me quería marchar, aún pensando que tenía que madrugar. No quería estropear lo bien que estábamos diciendo que me tenía que marcharme. Pero al final lo tuve que hacer y todos volvimos a casa.
Tan solo he dormido unas cuatro horas y me he levantado que no podía con mi cuerpo.
El principio de la mañana ha ido bien en mis prácticas, pero a medida que pasaban las horas iva notando más el cansancio y la falta de sueño. He estado más de media hora haciendo una cosa que no ha servido para nada porque me ha salido mal. Y es que encima me han dicho “el tiempo que te has llevado con esto para nada”.
He llegado a mi casa y me he llevado toda la tarde tumbada sin hacer nada hasta ahora que me he levantado, porque mi madre me ha forzado, si no me hubiera llevado hay tumbada el resto de mi vida.
Me siento muy mal por una simple tontería, pero por cualquier cosa aunque sea muy insignificante me vengo abajo.
Encima de lo mal que he salido de las prácticas, cuando llego a Santa Justa, me encuentro con el humorista Miguel Caiceo, el que hacía de Doña Paca y decía:
“NO TENGO GANÁS DE NA NA MÁS QUE DE MORIRME”.
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