por David Jue Mayo 31, 2012 5:25 pmDesde que tuve mi primera cámara, casi he vivido sin dejar de hacer fotos, y cuando recibí las primeras rudimentarias lecciones para usar una réflex digital, todavía me entregué con mayor afición. Luego sufrí algunos baches que me alejaron de esa senda saludable, y he tardado en retomarla. El pasado fin de semana, casi sin darme cuenta, volví a las andadas.
Se puede aprender mucho de la fotografía. Es el mejor instrumento que existe para educar la mirada. Aprende uno a detenerse en los detalles, a buscar el lugar donde la belleza se refugia del desinterés.
He escrito hoy, después de una corta sesión callejera, este pequeño texto a propósito. Os animo a que probéis, aunque sea con un simple teléfono móvil. Y ya veréis.
La fotografía es al arte de atrapar almas. Almas que hay que sumar en el paisaje. Los animales tienen alma; las plantas tienen alma; los hombres, casi todos, tienen alma. Incluso las cosas que llamamos "inanimadas" tienen alma también: ese poquito de la nuestra propia que podemos proyectar sobre ellas, para lo cual es preciso alguna forma de afinidad, lo que podríamos llamar "armonía". Hay una llave que abre las puertas acertadas, y ésa es el deseo de comunión con la naturaleza. Si caemos bajo el peso de un mal pensamiento y cedemos a un dolor innecesario, es probable que la foto no nos salga bien, porque se habrá interrumpido la natural facultad que poseemos para involucrarnos, estaremos impedidos para aquella proyección.
Se puede aprender mucho de la fotografía. Es el mejor instrumento que existe para educar la mirada. Aprende uno a detenerse en los detalles, a buscar el lugar donde la belleza se refugia del desinterés.
He escrito hoy, después de una corta sesión callejera, este pequeño texto a propósito. Os animo a que probéis, aunque sea con un simple teléfono móvil. Y ya veréis.
La fotografía es al arte de atrapar almas. Almas que hay que sumar en el paisaje. Los animales tienen alma; las plantas tienen alma; los hombres, casi todos, tienen alma. Incluso las cosas que llamamos "inanimadas" tienen alma también: ese poquito de la nuestra propia que podemos proyectar sobre ellas, para lo cual es preciso alguna forma de afinidad, lo que podríamos llamar "armonía". Hay una llave que abre las puertas acertadas, y ésa es el deseo de comunión con la naturaleza. Si caemos bajo el peso de un mal pensamiento y cedemos a un dolor innecesario, es probable que la foto no nos salga bien, porque se habrá interrumpido la natural facultad que poseemos para involucrarnos, estaremos impedidos para aquella proyección.
A ver cuando se puede hacer esa ruta de la fotografía. 
» Hola a todos
» anecdotas fobicas
» Hola a todos
» reunión para reactivar foro
» siento que me falta algo
» Desesperación
» Técnica de Visualización
» La Culpa